El 31 de diciembre de 2019, el gobierno de Estados Unidos en cabeza de su Presidente Donald Trump y de la La Administración de Alimentos y Medicamentos FDA han declarado que a partir del mes de febrero será prohibida la venta de cartuchos de vapeo con sabores frutales y solo quedaran disponibles los sabores de tabaco y mentas. Esta prohibición NO INCLUYE LOS LÍQUIDOS DE VAPEO PARA SISTEMAS ABIERTOS. Esta prohibición se da como medida para evitar que los menores de edad en Estados Unidos accedan a esto cartuchos. Anterior a esta medida, se estableció los 21 años como edad mínima para acceder a los productos de administración de nicotina. Esta medida surge a causa de la venta no controlada de estos cartuchos en tiendas y gasolineras a menores de edad que adquirían este tipo de productos.
A pesar de las buenas intenciones del presidente Trump de evitar que los menores accedan a este tipo de productos, consideramos que es una restricción equivocada, debido a que le restringe a los usuarios fumadores adultos de acceder a cartuchos con variedad de sabores. Los saborizantes no son el factor atractivo para los jóvenes, tal y como se menciona en el informe de la CDC [1]. Esto puedo traer consigo un mercado ilegal de este tipo de cartuchos poniendo en riesgo la salud de los consumidores.
Estados Unidos no es un buen referente frente a la regulación de sustancias, lo cual se puede evidenciar en su fracaso en la guerra contra las drogas y la crisis de opioides que viene aquejando a esta Nación. Este no puede ser la guía a seguir en nuestro país ya que como se evidencia, las prohibiciones y la falta de regulación conllevan a problemas severos en la salud publica. Existen en Europa referentes de regulación ejemplares y efectivos a seguir como es el caso de Inglaterra, Francia y Nueva Zelanda, quienes han logrado reducir sus tasas de tabaquismo de manera drástica gracias, en especial en Inglaterra a la implementación por parte de Salud Publica de este país de los vaporizadores como estrategia de reducción de daños del tabaquismo. Gracias a la regulación existente en este país , el uso recreativo de estos productos por parte de adultos, la cual hace parte integral de la política oficial del Reino Unido, ha ayudado a reducir las tasas de tabaquismo de manera significativa, siendo un 1% la cifra de usuarios no fumadores, sin eliminar los sabores o tipos de dispositivos: todo esta gracias a una adecuada regulación que hace que los no fumadores no se vean tan fácilmente tentados a usar este tipo de productos. La cifras estimadas de reducción de población fumadora es de 70.000 personas anualmente.
Después de aclarada la información de lo que aconteció normativamente en EEUU, queremos hacer varias precisiones sobre algunas declaraciones emitidas por algunos medios.
En primer lugar como se explico anteriormente, la restricción en los sabores es para los cartuchos o pods, no para los líquidos de sistemas abiertos, lo cual los medios han omitido deliberadamente, de nuevo generalizando equivocadamente la información. En segundo lugar, los medios retoman de nuevo las enfermedades acontecidas en EEUU, denominadas EVALI, como responsabilidad del vapeo, cuando ya la FDA y la CDC [2] de EEUU han declarado que las causas de las enfermedades y las muertes fueron causadas por el consumo de cartuchos de THC (compuesto psicoactivo del Cannabis) los cuales contenían acetato de vitamina E, el cual fue el causante de las enfermedades respiratorias súbitas, NO FUERON CAUSADAS POR LOS LIQUIDOS CON NICOTINA, NI EN SISTEMAS ABIERTOS O CERRADOS. De nuevo, los medios generalizan y dan información incompleta y desactualizada al seguir afirmando que es por culpa de los dispositivos de administración de nicotina la causa de las enfermedades y la muertes en EEUU.
En tercer lugar, afirman que el uso de los vaporizadores es causante de infecciones, enfermedades, patologías entre otras afecciones, pero nunca citan los estudios que demuestran estas supuestas enfermedades. Todo queda en la simple especulación y en la supuesta confianza de esta información al ser emitida por “médicos” que no tienen la capacidad de respaldar sus “aseveraciones” con estudios científicos. Hasta el momento no existen estudios que demuestren estas enfermedades y los pocos que se han publicado, han dicho descubrir enfermedades, estudios que han sido rebatidos por otros científicos que encuentran errores básicos dentro de las investigaciones como antecedentes de los pacientes (los estudios se han hecho sobre población fumadora con antecedentes médicos generados por el tabaquismo), errores de calculo temporales elementales (tiempo de desarrollo de las enfermedades equivocados) entre otros tantos errores detectados y declarados como recientemente sucedió con el “estudio” de Glantz que fue duramente criticado por el Dr. Michel Siegel [3] en su publicación [4].
Es lamentable que en esta discusión no tengan en cuenta los estudios científicos que avalan el uso de los dispositivos de administración de nicotina como una herramienta efectiva para la reducción de daños contra el tabaquismo. Creemos firmemente en una regulación diferenciada del tabaco que evite que los menores de edad y personas que no han fumado accedan a este tipo de productos, que controle la calidad de los productos que ingresan a nuestro país y que facilite a los fumadores adultos que quieren abandonar el tabaco acceder a la información sobre estos productos y que puedan adquirir de manera fácil estos dispositivos en sitios especializados donde puedan ser orientados para puedan lograr su objetivo.
Invitamos a todos los usuarios a no desistir con el vapeo, a que se informen de manera amplia sobre el vapeo y sobre todo que vayan más a fondo para informarse. No permitan dejarse atemorizar por los medios que irresponsablemente emiten información incompleta y falsa sobre el vapeo.
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[1] https://www.cdc.gov/media/releases/2019/1205-nyts-2019.html
[2] https://www.cdc.gov/media/releases/2019/t1220_telebriefing_update_lung_injury.html
[3] El Dr. Siegel es profesor en el Departamento de Ciencias de la Salud de la Comunidad, Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston. Tiene 32 años de experiencia en el campo del control del tabaco. Anteriormente pasó dos años trabajando en la Oficina de Tabaquismo y Salud de los CDC, donde realizó una investigación sobre publicidad de cigarrillos y humo de segunda mano. Ha publicado casi 70 artículos relacionados con el tabaco. Testificó en la histórica demanda de Engle contra las compañías tabacaleras, que resultó en un veredicto sin precedentes de $ 145 mil millones contra la industria. Enseña ciencias sociales y del comportamiento, comunicación masiva y salud pública, y defensa de la salud pública en el programa de Maestría en Salud Pública.
[4] https://tobaccoanalysis.blogspot.com/2019/12/vapers-beware-new-study-does-not-show.html?m=1