NUESTROS
Durante todos este años defendiendo el vapeo y la reducción de daños, nos hemos podido dar cuenta que una buena parte de la sociedad no logra comprender la importancia del Vapeo y la gran capacidad que tiene para cambiar y mejorar la calidad de vida de los fumadores que encuentran en el vapeo un salida para el moral tabaquismo.
Creemos que la mejor forma para que médicos, políticos, medios y la sociedad en general entiendan la importancia del vapeo en nuestra vidas es atreves de nuestros propios testimonios.
Por ello hemos decido crear este espacio para que la mayor cantidad de vapers posibles relaten su experiencia de la manera más sincera y honesta posible. Si logramos conseguimos la suficiente cantidad de testimonios, esta iniciativa podría generar un documento inédito que será de gran utilidad a muchos niveles.
Es por eso que nos parece importante que en tu relato nos cuentes tu historia “con el corazón en la mano”. El documento resultante con todos los testimonios nos servirá para demostrar a los políticos e instituciones medicas el potencial que tiene el vapeo como herramienta de salud pública.
¿Qué ha siginificado el vapeo en tu vida? ¿Cuánto tiempo llevas sin fumar? ¿Cuántos cigarrillos has dejado de fumar gracias al vapeo? ¿Qué efectos has notado en tu salud? ¿Y en tu psicología? ¿Cómo ha afectado a tu familia? ¿Qué pasaría si regularan desproporcionadamente el vapeo? ¿Crees que volverías a fumar?
Queremos conocer tu historia. Queremos tener una base de testimonios que permita ver lo importante que es el vapeo en tu vida. Queremos demostrar a través de tu historia nuestra razón para defender tu derecho a elegir el vapeo como tu opción para salir del tabaquismo.
No es una moda, ni un capricho; es una respuesta real y eficiente al mayor problema de salud pública de la historia: el tabaquismo.
Puedes dejar tu testimonio en los comentarios. Lo que mas nos importa es conocer tu historia.
Tu apoyo y vinculación es importante para aumentar la voz de los ciudadanos que luchan por el derecho a elegir libremente la alternativa para dejar de fumar.
Recibe nuestras últimas noticias y acciones que realizaremos en pro de la reducción de daños
©2021. Asovape. Todos los derechos reservados
Soy Francisco Javier Ordoñez. Fume durante 16 años una cajetilla diaria de cigarrillos. Intente con varios metodos dejar fumar: parches y chicles. Debido a que mi hija podría heredar el asma de mi esposa, el neumólogo me recomendo dejar de fumar así no lo hiciera en casa. Por fortuna encontré un par de días después a un hombre vapeando a las afueras del aeropuerto. Pregunte a él donde había comprado el vaporizador y me indico que en EEUU. Me di a la tarea de buscar a través de internet donde podria conseguirlo y finalmente encontré una tienda online, donde compre mi primer vaporizador. Desde el primer día que recibí mi dispositivo y sus líquidos no volví a tocar un cigarrillo. Ya llevo más de 8 años sin fumar y gracias al vapeo mi calidad de vida mejoró, recupere el olfato y el gusto, mejoro mi condición física (respiro mejor, tengo más energía, mi piel mejoró, mis labios recuperaron su color, etc) y mi vida social y familiar mejor al no oler humo de cigarrillo y sobre puede proteger la salud de mi familia. Desde hace 7 años decidí defender el vapeo y la reducción de daños, porque tomando este camino, reduciendo los daños del tabaquismo, estamos salvando miles de vidas en nuestro país.
Yo fumaba mucho más de dos cajetillas diarias y estando en el trabajo podía hasta duplicar esa cantidad, también usaba los narguiles por los sabores que tenían, pero por el poco tiempo libre que tenía no podía usarlo, así que decidí buscar un reemplazo. En un inicio sin intención alguna de dejar de fumar, pero cuando probé mi primer vape (un Ego One) me quedé “pegado”, lo use todo el día sin prender un solo cigarro, hasta el día siguiente que salí a trabajar. Saliendo de casa prendí un cigarro y me dio nauseas, mareos, dolor de cabeza y un malestar terrible, ese fue el último día que prendí un cigarro y el día que cambió mi vida. Paso el tiempo y comencé a respirar mejor, sentir olores que no recordaba y a disfrutar más mi comida. Y porque decidí ser activista pro vapeo: es por una razón muy importante, esto salvo mi vida y creo que puede salvar la vida de mucha más gente incluyendo la vida de mi padre, es por eso por lo que estoy dispuesto a todo por salvar el vapeo y las opciones de reducción de daños para que más gente salve su vida como yo y todos los que estamos aquí lo hicimos.
La Organización mundial de la salud (OMS) en su constitución establece que:
«El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social».
Para miles y miles de fumadores (Como yo) alcanzar ese «grado máximo de salud que se pueda lograr…» represento reducir en un 95% el daño que ocasiona al tabaquismo cambiando el cigarrillo combustión tradicional por el VAPEO!.
Mas de 5 años llevo sin fumar GRACIAS al vapeo.
Pues yo empecé a fumar a los 15-16 años: fui de las que acabó fumándose un paquete y medio diario, y así estuve durante 30 años. Me encantaba fumar y no quería dejarlo, porque sólo el que fuma o ha fumado sabe lo especial que es esa relación con el cigarrillo; sin embargo, me cabreaba bastante pensar en el maldito día que se me ocurrió empezar a fumar. ¿Pensé alguna vez en dejarlo? Pues sí, ¡claro! ¿Lo intenté? Alguna vez, pero no me compensaba: esa nicotina y ese golpe de garganta, esos ratos de paz para mí sola (de los que salían muchas cosas, buenas o malas, pero salían). Incluso probé con algún parche de nicotina y algún chicle, ¡pero creo que lo máximo que logré estar sin fumar fue un día! Y no fue por falta de fuerza de voluntad (los que me conocen saben que de ella voy bien servida); simplemente no me daba la gana. Punto.
Pero hace ya casi 10 años, una persona muy cercana me pidió que si podía buscarle uno de esos cigarrillos electrónicos, que no fuese de los de farmacia que no servían para nada, y que funcionase. ¿Que funcionase? ¡Pero si eso era imposible! Bueno, pues me metí en internet y di con una tienda maravillosa (que ya no existe), hablé con uno de los dueños por teléfono, y me dijo que tenían unos kits que estaban muy bien para iniciarse y, además, muy asequibles: un kit ego, ¡qué tiempos! Metí en la cesta un kit para esa persona cercana, y uno para mí… Total, si no me funcionaba para fumar menos, que no para dejarlo totalmente, me serviría para usarlo en los lugares donde no se podía fumar. Seguimos con mi cesta de la compra: añadí unos cuantos líquidos de varios sabores a 24mg y a 36mg de nicotina (actualmente vapeo a 6mg), pasé por caja y a esperar 48h a que me llegase… ¡Moría de curiosidad!
Al llegar el paquete, preparé el kit de esa persona cercana y, cómo no, lo probé. Flipé, sí, ¡flipé en colores! Enseguida monté el mío. Aquel cacharro tiraba y estaba bueno, así que me pasé el día dándole como si fuera un chupete. Al llegar la noche, ¡me di cuenta de que no había fumado un solo cigarrillo! No me lo podía creer, ese churro de aparatito (pensaba yo) era milagroso. Y pasaron los días, semanas, meses y años, hasta el día de hoy, que sigo sin fumar y tremendamente feliz vapeando.
Ah, y me encantan los líquidos con sabor a fruta e incluso algunos más dulces, y nadie, ABSOLUTAMENTE NADIE, puede obligarme a recordar el sabor a tabaco. Soy una “accidental quitter” (ex fumadora accidental), ¡y el vapeo ha sido uno de los mejores “accidentes” de mi vida!