Un impuesto del 150% Ad Valorem para cigarrillos electrónicos destruiría el mercado legal e incentivaría el ilegal – que no le importa el pago de impuestos y NO está preocupado porque niños, niñas y adolescentes accedan a estos productos.
Bogotá 5 de octubre de 2022_ Contrario a lo que se piensa, de gravarse los cigarrillos electrónicos o vapeadores con un impuesto del 150% Ad Valorem, es altamente probable que el consumo por parte de menores de edad NO disminuya al tiempo que se incentiva el consumo de productos de contrabando: que además de no pagar impuestos, no tienen ningún tipo de control sanitario y sobre los cuales no aplica ninguna medida de salud pública.
En Colombia, aproximadamente el 80% del mercado de cigarrillos electrónicos está constituido por pequeñas y medianas empresas. Por esta razón, de implementarse en la reforma tributaria las propuestas de las congresistas Carolina Giraldo y Milene Jarava, estos pequeños empresarios se verían obligados inmediatamente a cerrar sus empresas. Y con esto, “dejar la comercialización de cigarrillos electrónicos en manos de la ilegalidad que nadie controla y no está preocupada por pagar impuestos o impedir que los niños, niñas y adolescentes accedan a estos productos”, advirtió Francisco Ordoñez, presidente de la Asociación Colombina de Vapeadores, Asovape.
Adicionalmente, se pondrán en riesgo la seguridad y la salud de los adultos que adquieran estos productos en la informalidad y otros tantos regresarán al consumo de cigarrillo, incrementando las tasas de tabaquismo, como lo plantea el reciente estudio realizado por los investigadores de la Universidad de Yale Abigail S. Friedman y Michael F. Pesko quienes concluyen y alertan:
“En los Estados Unidos, la subida de impuestos a los cigarrillos electrónicos se asocia con una disminución del uso de estos productos, pero también con un mayor consumo de cigarrillos convencionales entre los jóvenes de 18 a 25 años, con asociaciones inversamente proporcionales a los impuestos establecidos[1]”.
Asovape está de acuerdo con que los menores de edad NO deben acceder, en ninguna circunstancia, a cigarrillos electrónicos, vapeadores o cigarrillos convencionales. Sin embargo, esto sólo se logra por medio de la creación de un marco regulatorio diferenciado que establezca reglas claras para la comercialización y distribución de estos productos, la creación de medidas de salud pública que sean implementadas por el mercado legal bajo la supervisión de las autoridades sanitarias, y no bajo medidas prohibicionistas escondidas en propuestas impositivas que, sin tener ese propósito, terminan incentivando la ilegalidad. “Si los impuestos fueran la fórmula mágica y la solución para disminuir el consumo, el alcohol y el tabaco no serían hoy una realidad global”, aseguró Ordoñez.
La formalización del mercado traería consigo: recaudo, control efectivo sobre las ventas de cigarrillos electrónicos, medidas efectivas que impidan el acceso de menores de edad y la creación de un incentivo potente para que los fumadores dejen por completo el cigarrillo y cambien a una alternativa menos riesgosa.
El pasado 29 de septiembre la Oficina de Mejoras y Disparidades Sanitarias del Reino Unido – principal agencia de salud pública del país- concluyó: “hay que animar a los fumadores a utilizar productos de vapeo para dejar de fumar, o como dispositivos alternativos de administración de nicotina para reducir los daños a la salud del tabaquismo”.
[1] Friedman, AS, Pesko, MF. “Young adult responses to taxes on cigarettes and electronic nicotine delivery systems”. Addiction. 2022. https://doi.org/10.1111/add.16002